Una antigua enfermedad al rescate del hígado
Alejandra Ratti
Profesora a Tiempo Completo – Departamento de Bioingeniería

Fuente: https://doi.org/10.1016/j.clindermatol.2015.10.003.

De acuerdo al Antiguo Testamento (Levítico 13 – 14) se tiene registro de la lepra, o al menos de enfermedades infecciosas relacionadas a la piel y es por ello que conocemos acerca de esta enfermedad desde hace miles de años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lepra está definida como una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae, también  conocida como bacilo de Hansen. La enfermedad afecta principalmente a la piel, los nervios, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. En algunos casos los síntomas pueden aparecer a los 9 meses después de haber adquirido la infección y en otros casos pueden tardar hasta 20 años. La lepra no es altamente infecciosa y se transmite a través del contacto cercano y frecuente con personas infectadas no tratadas. La lepra es curable y el tratamiento proporcionado, reduce considerablemente las posibilidades de discapacidad.

Fuente de la imagen: https://images.app.goo.gl/bYd7y8eg6ytgwmag7

Un estudio reciente publicado en el Journal de Cell Reports Medicine del pasado noviembre señala que la bacteria causante de la lepra puede reprogramar células hepáticas para crecer nuevo tejido hepático, una habilidad que podría ayudar a desarrollar tratamientos para rejuvenecer hígados envejecidos y enfermos.

De acuerdo a los científicos de la Universidad de Edimburgo en el Reino Unido, se ha producido el descubrimiento de que el M. leprae realiza lo que han decidido llamar “alquimia biológica” donde crece y se disemina en el tejido del hospedador.  

En el año 2013, este mismo grupo de investigadores había reportado que la bacteria causante de la lepra podía “secuestrar” los genes de las células de Schwann (células del sistema nervioso), responsables de la formación de una sustancia lipídica que ayuda al aislamiento periférico de las fibras nerviosas. La bacteria reactiva genes del desarrollo, causando que las células de Schwann reviertan a un estado de células migratorias, similares a células madres, pudiendo moverse alrededor del cuerpo y permitiendo que la bacteria infecte otras células. De acuerdo a las declaraciones de uno de los investigadores “La bacteria causante de la lepra puede favorecer el crecimiento de tejido hepático a nivel de órgano y esto a su vez puede traducirse en el desarrollo de terapias que puedan sustituir a los trasplantes de hígado”

Figura 1: Resumen del método de trabajo (Hess et al, 2022)

Como parte de la investigación, se infectaron 9 armadillos, el hospedador natural de la bacteria causante de la lepra, y se encontró que la infección reprogramaba al hígado por completo hacia un estadío de desarrollo. Los animales infectados presentaron hígados más grandes y con células inmaduras en división, como así también una considerable expansión de vasos sanguíneos y ductos biliares. A pesar de estos hallazgos, los hígados se encontraban perfectamente sanos, sin signos de adelgazamiento, lesión o crecimiento tumoral. La infección también había activado genes anti-edad y desactivado aquellos asociados a procesos de envejecimiento. 

La reprogramación de tejidos es un área prometedora de investigación en medicina regenerativa, pero aún mantiene algunas inquietudes en cuanto a su seguridad. Es por ello que develar los secretos del M. leprae podrían ayudar a desarrollar métodos de reprogramación seguros. 

Bibliografía consultada:

https://www.paho.org/es/temas/lepra

https://doi.org/10.1016/j.clindermatol.2015.10.003

DOI:https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2022.100820 

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